La dependencia de la financiación para el desarrollo de una empresa
privada, obliga a algunos medios a perder el verdadero sentido de su existencia.
Incidencias en la política de programación, pérdida de creatividad, audiencias
como compradores potenciales de productos
y servicios anunciados e influencia directa de una publicidad cuyo último fin
es promover cultura, son algunas de las características que representan a una
radio comercial, reunidas bajo una
forma de entretenimiento que la mayoría de audiencias están acostumbradas a recibir e
ignorando otras funciones para las que
sirve la radio. Así se olvida un concepto público, participativo e inclusivo
de radio.
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