sábado, 20 de septiembre de 2014

LA CONSTRUCCIÓN DE LA CIUDADANÍA A PARTIR DE LA PARTICIPACIÓN DE LA AUDIENCIA Y EL QUEHACER RADIALÍSTICO.

Título: LA CONSTRUCCIÓN DE LA CIUDADANÍA A PARTIR DE LA PARTICIPACIÓN DE LA AUDIENCIA Y EL QUEHACER RADIALÍSTICO.
Autor: Lucero Ruiz Montenegro
Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo

Resumen:
El papel de las audiencias cambió y  pasaron a ser actores activos quienes en búsqueda de una lectura crítica de los medios empezaron a apostar por aquellos contenidos que enriquecerían la formación de su ciudadanía, en el caso de la radio el escenario cambió y los oyentes pasaron a ser usuarios con sentido crítico y responsable del ejercicio de su ciudadanía. Asumieron un poder de selección que los involucrara como sujetos activos frente a la cantidad de mensajes mediáticos: Sin importar la ubicación social de las gentes, su género, edad e incluso nivel educativo, se percibe una actitud crítica hacia los contenidos de los medios de comunicación, tanto en la información noticiosa como en los formatos de entretenimiento y ficción.


El poder de la audiencia fortaleció el ejercicio de su libertad y empezó a priorizar los contenidos que contribuían significativamente  a su desarrollo: Una tarea muy bien realizada por las radios comunitarias o empresas socialmente responsables, quienes asumieron esa necesidad de educar a las audiencias para la formación del sentido crítico de la población y su desarrollo.

La radio como facilitadora de este proceso asumió la responsabilidad de generar programaciones que ayuden y contribuyan con las construcción y empoderamiento ciudadano: Pensar para qué y para quienes pensamos la programación es centrarnos en un perfil radial que parta desde  quién lo diseñamos, la audiencia propia .La programación así  se convertiría  en una labor   acompañada de una investigación más que cuantitativa, cualitativa ,la cual llegue a acercarse a las verdaderas experiencias de la ciudadanía. Un ejercicio comunicacional incidental.

La radio en su posición de contribuir en la creación de sentidos educativos se aleja de esa transformación constante de seducción que ejercen los poderes mediáticos sobre la audiencia y la “industria de la cultura”. Desde allí nos planteamos la idea de promover la información para la formación.

Una información como un saber sobre las realidades humanas actuales con proyección e interés social, una actividad que se enfrenta al contenido mediático, una falsa propuesta de desarrollo que se presenta a través del avance tecnológico y científico, una aceptación aún lastimosamente tácita de los contenidos por parte de algunas personas.

Palabras Clave:

Ciudadanía, audiencia, participación ciudadana, programación, desarrollo.

Desarrollo del Texto:

LA VOZ DE LAS AUDIENCIAS FRENTE AL NUEVO ESCENARIO RADIOFÓNICO:

Los oyentes pasaron a ser usuarios, y el escenario radiofónico cambió ante la necesidad de soslayar esos vacíos mediáticos planteados. Entender la audiencia nos traslada hacia el conocimiento de diversas opiniones sobre las cuales podríamos definirla : “La audiencia de una emisora de radio es la relación que -medida en términos de escucha- se establece entre uno o varios productos radiofónicos difundidos por dicha emisora durante un determinado período de tiempo y el conjunto, potencial o efectivo de hogares o individuos heterogéneos, dispersos, variables y anónimos receptores de tales mensajes”.

La participación de las audiencias de plantea entendiendo  dicho término como  “una de las necesidades básicas de los seres humanos. Pero, desde luego, toda participación solo es posible a partir de procesos comunicativos. Para entender mejor el contenido de la propuesta es necesario señalar que las necesidades no son carencias sino potencialidades que impulsan al ser humano en la conquista de su propia realización. Las necesidades son el estímulo para la búsqueda y los satisfactores son los caminos para la realización de dichas necesidades”

Pero el concepto no sólo consta de descripción de términos sino también de realidades: “La audiencia puede definirse como el conjunto de individuos que entran en contacto con un medio, en este caso la radio, por un tiempo determinado. Dicho de este modo resulta comprensible que la audiencia sea el principal destinatario del medio y el objetivo hacia el cual se dirige toda su actividad y el contenido de sus menajes. En este sentido, los programadores de la radio han tenido siempre un particular interés en cuantificar a sus oyentes, tratando de averiguar, por ejemplo, el tiempo, el lugar de escucha o la emisora seleccionada. Aun así, no es ésta la única información que importa conocer y los programadores pueden tener también un interés especial por conocer cuáles son los motivos que llevan a un oyente a escuchar una determinada emisora, qué grado de atención le presta y qué opinión le merece un programa” (Portilla y Herrera, 2004: 161).

El cambio de la audiencia como sujeto activo , partícipe de la construcción de sentido crítico frente a los medios no sólo ha partido de la oferta que la radio ha propuesto para su empoderamiento sino que existe también una necesidad de las audiencias por educarse como respuesta a la misma formación de sentido crítico y propio ejercido desde su plena libertad de elección pero también desde esa necesidad de alejarse de impactos mediáticos que lo único que hacen es cegarlos ante sus propias problemáticas y realidades: La acción comunicativa genera cultura colectiva y esto es lo que hace que los seres humanos seamos constructores de la historia. Ante esto queda atrás la idea de que los medios de comunicación son los principales factores para el desarrollo de la ciudadanía “Los estudios sobre recepción mediática pasan a desarrollarse en diferentes países de América Latina, intensificándose sobre todo a partir de finales de los años 80 y centrándose principalmente en la relación televisión y audiencia. Como premisa esencial de esta vertiente, está la percepción de que, aunque los procesos mediáticos intervienen básicamente en la conformación de las interacciones, memorias e imaginarios sociales, los individuos son sujetos activos en todo proceso de comunicación, capaces de conferir usos específicos a los contenidos (y sentidos) ofrecidos por los medios”

En este contexto y gran cambio empieza cobrar sentido la importancia de aprender a leer los medios  y pensar que la participación y la comprensión en la comunicación implica reconocernos  como sujetos de la comunicación no como objetos encerrados en la dupla emisor receptor, sino como sujetos capaces de lenguaje y de acción. Pero una buena lectura de medios consiste en más que eso, se trata de crear sentidos propios: “Se requiere entonces formar no solamente en la decodificación de los caracteres aparentes, sino en el significado y en el sentido de los conceptos que permanecen ocultos en los formatos mediáticos, indagando en los sentimientos que se producen sobre la audiencia y sobre las posibles intenciones de los productores del formato, bien sea para informar o para entretener”



A partir de estas explicaciones la audiencia llega a tomar un poder mayor en el desarrollo de la programación radial y es así como los diferentes actores sociales llegan a tener cierto protagonismo, como los niños por ejemplo. “En el paradigma del protagonismo la participación supone un salto cualitativo ya que se reviste de exigencias que afectan al conjunto del proceso del ejercicio de su derecho a la actoría social. Los discursos sobre derechos, conllevan consecuencias en los ámbitos social y político Por ello hablar de participación infantil protagónica no es una mera adjetivación, no es un simple atributo que se agrega a la participación infantil sino que quiere alertar sobre el sentido sustantivo de dicha participación, colocando a los niños y niñas como actores sociales y no como meros ejecutores o consentidores de algo”. Se requiere, entonces, educar a las audiencias, desde la base, desde los primeros años de estudio escolar. Con elementos de análisis que les permitan tempranamente leer, discernir y tomar acciones particulares sobre los contenidos de los medios. Es decir, formar una audiencia intelectual en cada persona, más libre y con voluntad”
En cuanto a esos entornos las relaciones entre medio audiencia van cambiando y los actores sociales se acercan cada vez más a la construcción de la ciudadanía a ello añadámosle el papel de la radio, un medio por el cual la participación más que devenir de una cuestión de poder y de ejercicio de poder, contribuye a los cimientos de dinámicas de un tejido social que crea relaciones y por qué no soluciones.

LA PROGRAMACIÓN CIUDADANA DESDE EL EJERCICIO RADIAL: UN MEDIO PARA LA FORMACIÓN Y CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA
El nuevo enfoque por tratar de proponer un medio como la radio que parta desde la formación de una ciudadanía mucho tiene que ver con el tipo de programación que se desarrolla. De allí parte el hecho de que la radio en su valor educativo se fije un gran reto:
Contribuir con una información para la formación.
Ante ese gran reto, se presenta un panorama según Juan Guillermo Buenaventura: “La programación se constituye como documento abierto a la construcción de una historia social de la cultura contemporánea…En la programación radial se hace presente la escritura de la industria cultural. Con los medios se construye/desconstruye la hegemonía; se intenta hacer cotidiano lo que no necesariamente lo es. La hegemonía es, activa o pasivamente, aceptación, la hegemonía requiere (y muchas veces encuentra) pueblo, es decir audiencias. Pero no solo eso. La programación radial muestra la complejidad de la industria contemporánea de la cultura. Grave herejía!     

Ahora, en la búsqueda de reflejar ese acontecer de la audiencia y el ejercimiento de su verdadera ciudadanía, nos preguntamos ¿Un estudio de sintonía o estudio de mercado revelará lo que a la audiencia realmente le interesa? Para ello Buenaventura añade: “En la confrontación entre programación y estudios de sintonía se nos revela una ciudad apasionada por las noticias. De pronto apasionada por la espectacularidad discursiva que han adquirido los noticieros radiales…su gusto por el espectáculo, la sensación y el melodrama”.Un escenario donde  no hay garantía de que los sentidos apropiados por la recepción sean los mismos que proponen los productores de los medios de comunicación, ya que los receptores negocian permanentemente esos sentidos en base a sus experiencias y prácticas individuales y colectivas. En esta línea, la investigación en recepción ayuda también a revelar las contradicciones y conflictos en el seno de las industrias culturales y de las instituciones comunicativas “donde coexisten diversos proyectos que luchan por dominar y entran en conflicto.

Si tomamos a la construcción de una ciudadanía frente a ese panorama, se sostiene que es el conjunto de una programación , el cual parte del análisis de un escenario comunicativo que se construya a partir de la participación de los diferentes actores sociales quienes puedan expresarse ,luchar y encontrarse en un consenso social y comunicativo determinado.

Tomando esta perspectiva educativa, Kaplun afirma que para entender a los medios como un todo educativo, es hablar de potenciar la palabra de los otros -más que ampliar las audiencias para la propia- como tarea esencial de los comunicadores y las radios comunitarias, por ejemplo han sabido desarrollar este enfoque muy bien.

Entendiendo que la comunicación y la participación son dos vertientes importantes en el desarrollo de las necesidades de la humanidad, las radios comunitarias como empresas responsables socialmente han entendido muy bien que la participación acompañada de la comunicación permite un posible desarrollo armónico de las comunidades, entendiendo así que: “…Puede afirmarse que la comunicación, a través de diferentes lenguajes, es uno de los rasgos distintivos de la especie humana. La comunicación es la estrategia más importante que ha utilizado la humanidad para su propio progreso”

El papel de las radios comunitarias, indudablemente ha fortalecido y creado nuevas relaciones de medio-audiencia donde la radio como intermediario más que un simple emisor ha gestionado proyectos comunicativos para el desarrollo de pequeñas y grandes comunidades:
“Hablar de discursos “generadores de sentido” significa pensar que además de los contenidos intelectuales y cognitivos hay en ellos significaciones emotivas, construidas a partir de la mirada de mundo y de realidad que tienen quienes los construyen “Ante esto Van Dijk añade, refiriéndose a la cercanía de la radio hacia de la cotidianidad y cultura de la ciudadanía: “La elección de palabras, incluso más que los modelos sintácticos, se asocia usualmente con el estilo del discurso (…) La elección de palabras específicas puede señalar el grado de formalidad, la relación entre los participantes en el habla, la inserción institucional o grupal del discurso, y en especial las actitudes y, en consecuencia las ideologías del hablante”


En el ejercicio de las emisoras comunitarias las alternativas de información que ofrece ésta, depende mucho de la constitución de una programación alternativa para la ejecución del empoderamiento ciudadano, cuya incidencia permita tratar a la audiencia como un sujeto activo dónde los micrófonos se abran al público para “Ventilar los asuntos públicos que afectan a la sociedad, para escuchar voces y versiones diferentes sobre necesidades, problemas y propuestas de solución”

Tratando a la radio como el “medio de comunicación más generoso “es posible ejercer con ella más posibilidades por trabajar con la ciudadanía que otros medios. De allí el tratamiento de una programación radial que parta del reflejo de una sociedad implica también, un trabajo minucioso, de investigación, de conocer, de generar ritmos radiales que vayan acorde con el acontecer de la ciudadanía y es sobretodo una cuestión de vincularse.

"El estilo está relacionado directamente con el perfil de la emisora. ¿Qué vamos a ofrecer al oyente? ¿Qué novedades, qué géneros y formatos desarrollaremos, tomando en cuenta lo que brinda la competencia y lo que demanda el público? ¿Cuáles son los ejes temáticos, transversales a toda la programación, que dan coherencia a la misma". En esta búsqueda, "se trata de conocer los hábitos de trabajo y ocio de nuestro público objetivo para adecuar los horarios de los programas en función de la vida cotidiana. (...) Los ritmos de la radio son constantes y, como los de la naturaleza, crean hábito. Por eso, los programas sueltos o incluso interdiarios nunca han dado mucho resultado. (...) La periodicidad óptima para un programa de radio es la diaria, de lunes a viernes. Los programas de fin de semana también captan mucha audiencia"

La Investigación por buscar el perfil de una emisora radial implica que a través de ella exista una relación más cercana a la cotidianidad, por eso la radio tampoco es un ente lejano de los llamados estudios de audiencia, como lo plantea López Vigil   : “A través de estudios más extensos y complejos, que recogen información general sobre audiencia y el escenario radiofónico, o que profundizan en los modelos gerenciales de la conducción de distintas radios. En esta línea encontramos técnicas que exigen la participación de expertos en el diseño y ejecución de investigaciones como los sondeos de audiencia, estudios cualitativos de recepción de radio, análisis de discurso, entrevistas a profundidad, historias de vida, etc. Estudios estos que van más allá de lo que actualmente ofrecen algunas empresas dedicadas a la medición de rating”

Dejar de asumir que al hablar de investigación no sólo nos referimos aquel análisis cuantitativo que busca medir algo que en la libertad de una ciudadanía es difícil de cuantificar existe esa idea de que cuando la investigación radiofónica cuando es parte de una emisora , se asume como una gran herramienta para diseñar un estudio de ejecución participativa , es decir apoyado de una mezcla de elementos cuantitativos pero también cualitativos que reflejen la realidad y hagan válida la investigación. Dada esta utilidad, que la evolución de los estudios de medición esté ampliamente marcada por las demandas del sector publicitario no es un hecho que tenga que sorprendernos. La prueba más destacada de esta influencia es que, en cada país, se ha consolidado un único estudio. Es verdad que ello responde a un acuerdo entre los medios y el sector publicitario (1), pero era ésta una característica imprescindible para poder establecer el precio de la audiencia-mercancía”

Un ejemplo claro de la utilización de otras herramientas para lograr la construcción de ciudadanía a través de las radios es la ejecución de recursos tecnológicos ,lo cual asocia cada vez más a la Audiencia con la Radio : “Las radios con perfil educativo y opción popular caminan hacia la adopción de las nuevas tecnologías (digitalización de audios por computadoras, uso de satélite y de líneas "muertas" con retorno, automatización en todas sus áreas y departamentos, comunicación electrónica y navegación por Internet), creación y potencializarían de las redes de radios comunitarias y participativas, y a la capacitación de sus equipos humanos, manteniendo sus utopías liberadoras y concientizadoras, dentro del nuevo y permanente discurso sobre la opción por los sectores excluidos y el desarrollo de la participación ciudadana y la democratización de la palabra”

El ejercicio radial, entonces, se plantea desde la actividad de lograr un ambiente propicio de desarrollo que construya, que unifique la ciudadanía y que promueva contenidos descifrables dentro de su libertad y capacidad de discernir una información que contribuya a la formación.

Tener en cuenta que los escenarios radiofónicos cambiaron, implica que los nuevos proyectos comunicacionales deberían proponer contenidos perfilados como educativos .De allí parte nuestra responsabilidad de ejercer nuevos enfoques, de proponer a la radio como un medio facilitador e intermediador, en cuyo ejercicio prevalezca los pilares de una construcción ciudadana y empoderamiento en todos los sentidos posibles. :“En los escenarios del futuro, la radio no debe amoldarse solamente a las leyes de oferta y demanda que marca la competitividad como resultado de la multiplicación de la oferta audiovisual, sino que fundamentalmente debe hacerlo a las exigencias de avance del propio medio (...). Todo ello conduce (...) a que el discurso radiofónico debe tomar determinadas formas de especialización para buscar una ubicación diferenciada en la red de ofertas para el consumo de mensajes, sin renunciar a la creatividad ni limitar su papel a un simple aparato de distribución de los mismos”


Finalmente entendemos que los medios de comunicación no son los principales actores ni los culpables de las problemáticas sociales: “El debate sobre si son buenos o malos se ha dado en infinidad de contextos. Pueden ser buenos como pueden ser malos para la persona y para la sociedad. Son las acciones de los comunicadores y periodistas detrás de las redacciones, las cámaras o los micrófonos, las que dan luz o sombra a las historias reales o ficticias que se empaquetan en los diferentes formatos mediáticos”

Referencia Bibliografíca:
  
EL ROL DESDE EL EJERCICIO RADIAL





LA VOZ DE LA AUDIENCIA









EL ROL DESDE LA ACADEMIA