sábado, 27 de abril de 2013

Entre lo global y lo local


Rescatar la pluralidad sin perder la esencia, es uno de los más grandes retos que afronta la radio popular en este mundo globalizado. Estar al alcance de todo lo que el mundo ofrece implica también perder cierta dosis de identidad, pero no lo es cuando la idea de cambio establece una complementariedad  entre lo global y lo local, prevaleciendo lo último.
El compromiso de la radio popular fue desde sus inicios, caracterizarse como una ventana de expresión  de aquellos sectores marginados de la sociedad, una radio que luchaba por la injusticia de sistemas  políticos y privados,  y a su vez creaba  un sentido de pertenencia e identificación  entre un medio y un grupo de personas que cada vez estaban más dispuestas  a un cambio social.

Así La globalización ha traído  consigo muchos beneficios pero también muchas consecuencias  relativas a un mecanicismo que cada vez más desplaza  a la acción humana, es en ese contexto es donde la radio mueve su ilusión por rescatar aquella esencia que la caracteriza como popular. Aquel escenario donde se movía aquel medio cambió y lo hizo causando la exclusión, injusticia, alienación, la necesidad del  uso de tecnología para estar a la par, que si bien es cierto coloca a los medios en un ambiente accesible, no todos pueden gozar de ella.

Frente a ese sistema de exclusión hay un 80% de personas quienes no están invitadas a participar de tales “exclusivos “beneficios, existe una población que tiene la necesidad de encontrar espacios de concertación y de discusión acerca de los principales problemas sociales, y también existe una radio que en su anhelo más próximo  está dispuesta a hacerlo.

El triángulo de las comunicaciones, globalización y la tecnología hace que el acceso a la información traspase fronteras, y que los conocimientos se hagan globales y estén a nuestro alcance .Esto entra en contradicciones cuando el uso de la información es descontrolado  por algunos medios que  en su afán de generar más audiencia  e interés   hacen un ejercicio excesivo de aquel triangulo. Y así como lo hacen algunos medios para sacar provecho de algo más lucrativo que social, debería hacerlo la radio popular, pero aprovechando esa accesibilidad a la que se ha llegado  para implantarse  como una propuesta distinta ante “lo mismo de siempre”, sin perder claro, su verdadero sentido.

El futuro que le espera a la radio popular será establecerse como una radio local en el nuevo milenio y enfrentar a aquella globalización que excluye y aquel sistema colmado de injusticia, basta con que la radio tenga el objetivo de ser una propuesta de cambio y desarrollo social y local para que se fortalezca como una verdadera “radio popular”. Una propuesta facilitadora que permita abrirse al dialogo y a la participación libre  y que a su vez se muestre en representación de aquellas poblaciones marginadas. Una idea basada en rescatar aquellos valores que se han perdido, un medio que responda a la voz de sus audiencias.

Así se explica que al mencionar el termino entre lo global y lo local, acuñados al concepto de radio, no nos lleva a pensar en que la radio debería dejarse influenciar por el fenómeno de la globalización, sino se trata de hacer global ese modelo diferente que ella propone y que tiene por trabajar con otras radios en conjunto, un modelo humanizante.

Pluralizar la otra cara de la radio, es el reto que la radio popular tiene por tarea en este nuevo milenio, con tecnología ella podría surgir más y posibilitar  la intercomunicación de las naciones.    “La radio que descubre como jugar con un pie en lo local y con otro en lo global, será la radio que sobreviva”

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