Desplazarse, complementarse o
renovarse son algunos términos que se sugieren para explicar la manera en como
el proceso de la comunicación ha ido evolucionando, sea cual sea el termino elegido,
los medios han sido parte de la civilización humana desde que han aparecido. Lo
fue la radio, cuando en sus inicios cobro más importancia y que poco a poco fue
tildándosele como otro medio más, tras la aparición de lo atrayente: lo visual
y audiovisual.
La convergencia tecnológica hace
que las personas tengamos un fácil
acceso a los diferentes medios de comunicación y que algunos medios
tradicionales como la radio se vean un poco desplazados tras la aparición de nuevas
formas de comunicación. Sin embargo ello no ha hecho que deje de ser el medio más universal.
Los conceptos se contradicen puesto
que siendo el medio “más universal”, su
preferencia sigue decreciendo. La explicación es fácil, y es que las comparaciones entre los medios de comunicación
modernos y la radio, colocan a la radio como un medio “con muerte lenta”. Pero
que hay cuándo la globalización, tecnología, modernidad, etc no alcanza a gran parte de personas en el
mundo, la radio por su mayor alcance se
coloca primera en los niveles de preferencia.
En general, los medios de
comunicación se han vuelto parte de nuestra vida y han ido cobrando cierto
protagonismo conforme ha pasado el tiempo. Las personas necesitan informarse,
entretenerse, relajarse, etc y es por ello que utilizan los medios con cierta
frecuencia. Así los medios de comunicación construyen una realidad que para
muchos es la verdadera, pues lo que sale en los medios de comunicación son
según ellos: “acontecimientos importantes”, válidos como para ponerlos en toda una portada o en una página completa de un periódico. Y
ni que hablar del contexto noticiero o mejor dicho el escenario recreado y
dramático que forman los medios.
De esta manera los medios van
perdiendo su compromiso con la sociedad, dejan de ser responsables,
transmitiendo mensajes a partir de intereses propios y nos los de su audiencia.
Y mientras eso pasa la sociedad se acostumbra a percibir siempre lo mismo, olvidando también sus
verdaderos intereses.
Ahora todo queda en manos de
quienes dirigen ciertos medios para trabajar propuestas “más saludables”. En
este caso desde la radio, con propuestas radiofónicas bien trabajadas,
reinvidicando su importancia como en anteriores años. Tomando en cuenta el
mayor alcance que aun posee, se debe aprovechar la facilidad de llegar a más
lugares para hacer de éste un medio más democrático. Se trata de que los medios
legitimen la importancia que poseen, y
la influencia que causan en la sociedad
y que a la vez no nos muestren una
realidad limitada, transmitiéndonos lo que a ellos desde su perspectiva egoísta
les parece : espectáculo, morbo, política, accidentes, etc.
Es allí en ese contexto
tecnológico, mediático e interesado donde la radio “se mueve” y tiene muchas
tareas por realizar, lanzarse como algo diferente y no como un medio más es lo
que tiene que hacer.
El papel de los medios de
comunicación no fuera tan importante sino serian considerados por muchos como
los principales espacios de intercambio y concurrencia existentes, pero sí lo
son.
La radio permite ese intercambio
y lo ha permitido desde antes, cuando cautivaba con sus mensajes a numerosas
familias y hacían de ella un medio necesario.
¿Entonces quien dijo
que la radio no tenía futuro frente a la
convergencia tecnológica? Por lo tratado, la radio tiene aun mucho camino por recorrer,
ella puede hacer aún más; pero la radio a la que estamos acostumbrados a escuchar,
esa la del fin únicamente lucrativo puede que ya no tenga futuro, pero aquella
nueva propuesta educativa aun tiene
mucho potencial por desarrollar.
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